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En el inicio de su open house híbrido, Disma International presentó de forma presencial y virtual algunas novedades para el doblado de tubo.

Desde su sede en Monterrey, Nuevo León, también se impartió la videoconferencia “Procesos de manufactura en tubulares y complementos”, en la que Rafael López, gerente de Tooling de la compañía, dio algunas recomendaciones para realizar el doblado de tubos con calidad.

El experto destacó que en el doblado de tubo el 80% del proceso depende de la técnica, es decir, la experiencia y el conocimiento del operador, y el 20% es la fuerza que aporta la máquina.

El doblado de tubo es un proceso especializado, ya que actualmente la mayoría de los operadores tiene experiencia en lámina plana, aunque el doblado de tubos se usa en todo tipo de industrias como la automotriz, aeroespacial, construcción, petróleo y gas, entre otras.

Para la industria aeroespacial, por ejemplo, es un proceso crítico donde es vital que las curvas sean 100% precisas porque no hay margen de error. En el automotriz se utiliza para sistemas de escape, líneas de freno y combustible, componentes estructurales y sistemas de refrigeración que también requieren precisión y alta calidad en el doblado.

Rafael López explicó que cualquier tipo de material ferroso o no ferroso se puede deformar, pero en el proceso de doblez, el factor principal es la propiedad de elongación del material.

“Si el material, por sus características, no tiene el punto de elasticidad suficiente cuando se haga el doblez, se va a romper, le van a salir estrías, si es que no tiene las propiedades de elongación”, dijo.

También se tiene que considerar el tipo de material que se va a doblar, porque no es lo mismo un acero inoxidable, que un acero al carbón, cobre, bronce o aluminio. Además, es importante tomar en cuenta el diámetro del tubo o geometría del perfil, el espesor del material (calibre o cédula), y el radio del doblez.

Asimismo, se debe considerar que los tubos son más débiles cuanto mayor es el diámetro o menor es su espesor de pared, o cuando el radio de curvatura disminuye porque las fuerzas que actúan sobre el tubo aumentan potencialmente de manera significativa y pueden ocasionar graves deformaciones en el material.

En este sentido, la correcta relación de dimensión del tubo con el radio de curvado, debe ser uno de los parámetros más importantes a tener en cuenta. 

Una recomendación es que para evitar el hundimiento o aplanamiento de la zona interior de la curva, el radio mínimo del doblez (R) del tubo, debe ser alrededor de 1.5 veces el diámetro (D) cuando se usa un mandril para mejorar la calidad de la curva, y tres veces el diámetro cuando el espesor lo permita, y no se use mandril. De 2.5 veces para arriba no se usa mandril (alma) cuando se dobla.

Con respecto al material, doblar un tubo de acero al carbón no es lo mismo que uno de acero inoxidable, este último opone más resistencia a la flexión, y cuando se trata de diámetros pequeños de curvatura es más probable que se generen arrugas e imperfecciones.

Una solución, de acuerdo con Rafael López, para el doblado exitoso de la tubería de acero inoxidable es usar lubricante a través del mandril o alma, para mejorar el enfriamiento y la lubricación de la herramienta en el momento del doblado.

Por su parte, los materiales no ferrosos como el aluminio y el cobre, algunas veces no se pueden doblar en frío, ya que vienen endurecidos, por ello requieren de un proceso de calentamiento para recocido, en particular el cobre. Y para el aluminio, lo mejor es utilizar aleaciones del tipo T1 para realizar dobleces bien conformados.

Finalmente, la repetibilidad es la forma de asegurar la calidad de la pieza, y esto solamente se puede obtener si la máquina con la que se está doblando cubre las características técnicas para asegurar la calidad del producto.

En el open house virtual, Roberto Flores, director comercial de Disma International, presentó tres modelos para doblado de tubo de la marca Amob. La primera es la PT76, una dobladora electromecánica sin mandril con un solo eje controlado para perfiles redondos.

La segunda es la MDH electromecánica e hidráulica, de dos ejes controlados para perfiles cuadrados, redondos, y elípticos. Y la tercera es la eMob 52, completamente eléctrica, para curvaturas abiertas o rolado de tubo, con nueve ejes motorizados y controlados.